¿Y AHORA QUÉ?

Por Mili Parra

Alma de Mujer - Nido Vacio

El sueño de muchas niñas es ser madres. Recuerdo que siempre jugaba con mis muñecas, imaginándolas como mis hijas: las vestía, las peinaba y hasta conversaba con ellas. En lo más profundo de cada mujer hay un deseo innato de ser mamá algún día. Mi sueño se hizo realidad cuando nació mi primera hija, y mi vida cambió completamente.

Después de seis años, nació mi otra niña. ¡Cómo soñaba con verlas convertidas en profesionales y cumpliendo los planes de Dios para sus vidas! Estas dos niñas llenaron mi vida con propósito; mi meta era brindarles lo mejor para que fueran una versión mejorada de mí. Buscábamos los mejores colegios y nos mudábamos a los mejores vecindarios para que estuvieran seguras. Les procuramos dar lo mejor: el cuidado que necesitaban, sus dormitorios llenos de muñecas, todas unas princesas. Para conseguir todo esto, tuvimos que trabajar muchísimo y probar que podíamos hacer realidad el sueño americano.

Gracias a Dios, pudimos cumplir en darles lo mejor que pudimos, pero tuvimos que trabajar mucho y perdernos de muchas cosas importantes para ellas, como pasar más tiempo juntos.

En la adolescencia, mis hijas y yo conocimos al Señor Jesucristo, lo mejor que nos había pasado en mucho tiempo. Gracias a Él, tuvimos fe y esperanza de que todo iba a estar bien, ya que habíamos experimentado el dolor de un divorcio. Dios llegó a nuestras vidas a tiempo, dándonos la esperanza y fuerza que las tres necesitábamos. Fue hermoso. Empezamos a ser mujeres de fe y a confiar en Dios.

"Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." - Proverbios 22:6

Llegó el momento en que terminaron la secundaria y empezaron a hablar de irse lejos para la universidad, de independizarse. Ya habían crecido y estaban casi listas para la vida. Para una madre, los hijos nunca están completamente listos; siempre queremos que dependan de nosotras para seguir teniendo propósito.

¿Y ahora qué? ¿El nido se quedaba vacío? ¿Qué voy a hacer con mi vida?, me preguntaba. Ellas eran mi único propósito; todas mis metas y logros se concentraban en ellas. Tenía que aprender a vivir sin ellas en casa y darles alas para volar alto. No se diga más, ellas cumplieron mi sueño: llegaron a ser profesionales de ejemplo, señoritas en todo el sentido de la palabra y luz de mis ojos.

Pero la vida pasó muy rápido; en un abrir y cerrar de ojos dejaron de jugar con muñecas y comenzaron la universidad. ¿A dónde se fue la vida? Por trabajar tanto para salir adelante, no disfruté de más tiempo de calidad con ellas. Amiga, quizás hayas pasado por algo similar o lo estés viviendo en estos momentos.

¿Y ahora qué? Tú siempre vas a ser muy importante en la vida de tus hijos, aunque es duro aprender a vivir sin ellos, es la ley de la vida. Siempre te van a necesitar, pero de otra manera, para un consejo, un cafecito para conversar, visitar a mamá, compartir sus sueños y logros contigo. Todo es diferente cuando se van y dejan el nido vacío. Te encuentras contigo misma y también buscas tus propias metas y deseos para tu vida.

Alma de Mujer - Nido Vacio

Pasado el tiempo y mi propósito ha cambiado; ahora soy abuela y busco ser una buena abuela para mis tres nietos. Llenarlos de amor y atenciones, compartir la emoción de sus primeros pasitos, sus primeras palabras, verlos crecer. Aunque el nido se quede vacío, siempre habrá una meta y un propósito en tu vida. Aunque sean etapas, cada una trae su encanto y gozo.

¿Y ahora qué? Ahora aférrate a Dios y sus enseñanzas para ser una mejor persona cada día y brinda lo mejor de ti. Pídele a Él que te ayude en cada etapa de la vida de tus hijos y más cuando llegue el momento de que dejen el nido vacío. Vas a necesitar aceptar que ellos también tienen que vivir sus propias vidas.

"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?" - Eclesiastés 3:1-9

Alma de Muje r- Nido Vario

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