¿Por qué no nos entendemos?

Por Mili Parra

Yugo Desigual

No formen alianza con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?  -2 Corintios 6:14

Los conflictos en las relaciones de pareja a menudo se deben a lo que se conoce como el “yugo desigual”. Este concepto se aplica a cualquier tipo de relación, pero en esta ocasión, nos centraremos en las parejas. Aunque es un tema amplio, exploraremos algunos puntos claves para comprender de qué se trata.

Desigualdad: Llamamos desigualdad a la cualidad de ser una cosa diferente de otra, o de distinguirse de otra por tener características, valores o rasgos que la hacen diferente. Es lo opuesto a la igualdad.

Yugo: El yugo en la Biblia se presenta como un símbolo de unidad y responsabilidad compartida.

En una relación de pareja, el concepto de “yugo desigual” se refiere a la unión de dos personas con creencias, valores, fe y perspectivas diferentes. Estas diferencias pueden generar momentos de discusión y desacuerdo. Veamos un par de ejemplos:

1. Matrimonio vs. Convivencia:

Una situación común es cuando una pareja decide convivir sin casarse legalmente. Uno de ellos puede creer que el matrimonio es solo un papel, mientras que el otro valora el compromiso formal y la bendición de Dios. Aunque están de acuerdo en no casarse, sus creencias sobre el matrimonio difieren.

Consejo: Aquí, es importante que ambos expresen sus puntos de vista y lleguen a un entendimiento. La clave es la comunicación sincera y la disposición para ceder en ciertos aspectos.

2. Educación Religiosa para los Hijos:

Imagina a una pareja formada por una mujer profundamente religiosa y un hombre que no comparte su fe. La mujer desea que sus hijos asistan a un colegio religioso para aprender sobre Dios y crecer en su fe. Sin embargo, el esposo no considera esto importante y prefiere un colegio secular. Aquí, sus visiones de la vida, experiencias y creencias difieren, lo que crea un yugo desigual.

Consejo: En situaciones como ésta, la comunicación abierta y el respeto mutuo son esenciales. Ambos deben buscar un compromiso que honre sus valores y necesidades.

Christian Family

Varios personajes de la Biblia pasaron por momentos depresivos. Uno de ellos, Elías, cuando estaba en la cueva escondiéndose de quienes querían matarlo, dijo: “Basta ya, Señor; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron”.2   Otro personaje que pasó las duras y las maduras fue Job. Dios le permitió al enemigo empobrecerlo, quitarle su familia, enfermarlo, a tal punto que deseó no haber nacido. “Que sea borrado el día que nací, y la noche en que fui concebido”. 5 Jeremías, quien vivía en soledad, pobre y sin familia, clamó a Jehová: ¡Sin embargo, maldigo el día en que nací! ¿Por qué habré nacido? Mi vida se ha llenado de dificultades, de dolor y de vergüenza.”6

Sin embargo, en medio de su profunda depresión ellos clamaban a Dios y él les respondió a su debido tiempo, no solo sacándolos de ese estado, sino restaurando sus vidas.

En resumen, los desacuerdos no deben convertirse en peleas. En lugar de luchar por imponer nuestras creencias, debemos buscar soluciones que honren primero a Dios y a ambas partes. La comprensión, el amor y la empatía son fundamentales para superar el yugo desigual y construir una relación saludable y armoniosa. 

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