Dejando un legado

Escritora invitada: Laura Terrazas

La fe es un valor familiar y fundamental de mucha importancia en los hogares latinoamericanos. Podría asegurar que muchas de nosotras hemos tenido la bendición de venir de una familia que nos ha brindado ejemplos piadosos, ya sea con nuestros abuelos, madre, tías, algún familiar o amiga cercana.

O quizás como yo, que tuve la oportunidad de asistir a un colegio donde la doctrina, la fe y la tradición eran los elementos principales para completar con éxito la formación curricular. Aún creciendo y aprendiendo así, en la juventud experimenté un tiempo de resistencia religiosa, separación espiritual, sequedad, vacío y falta de propósito. No fue hasta que después de un matrimonio fallido, tres hijos y muchas batallas personales, logré en humildad rendirme a la salvación, sanidad, relación y señorío del Señor Jesucristo.

Por mucho tiempo lamenté con tristeza cuánto me hubiera ayudado, y evitado bastantes dolores del alma, el conocer y tener una relación genuina con Dios desde tiempo atrás, quizá así no habría cometido tantas equivocaciones en la crianza de mis hijos.

En las reuniones de oración por la familia, recuerdo que siempre pedía a Dios que me permitiera resarcir ese anhelo de, esta vez ‘hacerlo mejor’ con los nietos que Él me diera en el futuro, permitirme estar cerca de ellos, ser influencia, ser una guía, ser un ejemplo.

(Chicas, debemos estar preparadas para la respuesta a lo que pedimos en oración  En la actualidad, tengo la bendición y oportunidad de tener a tres de mis nietos muy, muy cerquita!. Dios es y siempre ha sido Generacional, El Dios de Abraham, Isaac y Jacob, estos hombres representan tres generaciones y Dios con ellos). Esta verdad trae esperanza a mi corazón, -Señor, tú tienes el tiempo perfecto… tú eres el Dios de todas las generaciones y nos estás llamando a defender e interceder por esta generación.

Legado - Alma de Mujer

Si eres una abuela (madre, tía, madrina, hermana, amiga) con niños/jóvenes a tu alrededor, o una que está “en espera” (a la expectativa de los que tendrán tus hijos), o eres una mujer con corazón de abuela, madres, de esas que tienen una relación/lazo especial con niños/jóvenes en tu iglesia o en tu comunidad, y tu alma se acongoja por lo que esta generación está viviendo, ¡Entonces conoce que Dios también quiere usarte para ser influencia poderosa y positiva!

Nuestros nietos e hijos están viviendo en un mundo difícil, turbulento, uno muy diferente del que nosotras crecimos. Un mundo apartado que no cree la verdad absoluta de Jesús.
Lo que ahora les enseñemos a nuestros hijos y nietos acerca de Dios afectará su eternidad, y también lo que ellos, a su vez, dejen atrás o transmitan a sus propios hijos.

Estamos llamadas a dejar un impacto espiritual en nuestras familias para heredarlo de generación en generación. Hoy es urgente que la generación mayor dé un paso al frente y deje un legado. Si no lo hacemos, la salud y vida espiritual de nuestras familias sufrirá, disminuirá o peor aún, perecerá.

Es fácil desanimarse y pensar que no lograremos “heredar” nuestra Fe, a veces batallamos con culpabilidad o alguna otra emoción. Pero de la misma manera que nos esforzarnos por dejar una herencia material, debemos también hacerlo para dejar un abundante legado espiritual.

Family in church

¿Cómo podemos dejarle a nuestra familia un legado de fe que resista la prueba del tiempo? Algo de lo que he aprendido:

  1. Vivir de tal manera, que la palabra de Dios y sus mandamientos estén sellados en nuestro corazón. Los niños se fijarán en todo lo que somos y todo lo que hacemos.
    Crean mejores memorias, las acciones, que las palabras.
  2. Compartir momentos únicos, especiales, tener detalles de amor, cuidado y protección con ellos, eso les impactará más que cualquier cosa material que podamos darles.
  3. Haz de la oración con tus nietos e hijos una disciplina frecuente en su vida.
  4. Adorar a Dios juntos como familia, con música, con actos de humildad, con crecimiento y mejoramiento en tu/su carácter.
  5. Utilicen sus talentos únicos para servir dar con generosidad y edificar la familia de Dios, trabajando unidos para edificar la iglesia local, llevar la luz del evangelio y apoyar a los ministerios de misericordia.

La próxima generación necesita mujeres que se levanten y llenen el espacio que divinamente se les dio para influir. Cada acción de generosidad, servicio, oración y sabiduría serán el cimiento para una generación que crezca fuerte en la fe y camine en victoria experimentando la gloria y manifestación de Dios, y el resultado será encender un fuego de fe en los que vienen detrás de nosotros que no podrá apagarse.

Algún día esa herencia se depositará en nuestra familia; un legado positivo producirá más riqueza espiritual. Es nuestra responsabilidad hacer crecer nuestro patrimonio diariamente, intencionalmente, porque si dejamos de hacerlo nuestra cultura secular ejercerá su propia influencia sobre los nuestros, y lo más probable es que esa influencia los conduzca a un resultado negativo o destructivo.¡No les fallemos!, seamos mujeres valientes en nuestro propósito de dejar una huella de fe “para un tiempo como éste”.

Personalmente estoy en la fase de construcción de legado de mi vida, mi lema: AMOR A DIOS * AMOR A LA FAMILIA * FE FUERTE * GRAN ACTITUD.

Y Tú, ya tienes el tuyo?

El Señor es fiel. Búscalo de mañana y espera en él. Puede que la gente te haya fallado, que te hayan herido, que tus malas decisiones te hayan puesto en un camino no deseado, que tus hijos estén en pasos no adecuados, que tu pareja ya no esté más contigo, o que tu salud no sea la óptima. Pero ¿sabes qué? Dios ya sabe todo eso y está llamándote a que lo busques, fijes tu mirada en él y te dejes guiar para sacarte del lugar donde estás y llenar tu vida con su luz.

Por las llagas de Jesús fuimos todos sanados. Él es quien sana tus heridas. Quien sana tu corazón. “Y te pondré un corazón nuevo,” dice Jesús. Pon todo en las manos de Jesús. Todo. No una parte. Él te está esperando con brazos abiertos. Lee su palabra que es espada de dos filos, congrégate en una iglesia de sana doctrina, busca y haz amistades que amen a Jesús y te ofrezcan consejos basados en la Biblia. Deja que Dios actúe en tu vida, seque tus lágrimas, y te llene de su gozo que viene de lo alto. Nuestro padre celestial amoroso enjugará tus lágrimas y le dará un nuevo amanecer a tu vida.

“Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida, a tu madre Eunice y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido. Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste” -2 Timoteo 1:5-7 NVI

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