Cómo corregir a mis hijos adultos

Por Alexandra Rossi

Hijos adultos

Dios te bendijo con un hijo, estuviste para él durante su niñez, lo criaste lo mejor posible, si eres cristiana, le enseñaste el temor de Dios, lo guiaste y lo viste crecer hasta convertirse en un adulto. Ahora él ha venido a hacer algo que no es correcto, ¿qué debes hacer?

La palabra de Dios nos dice que debemos corregir a nuestros hijos desde que son jóvenes para que después no se desvíen por caminos que los llevan a la destrucción (Proverbios 19:18). Cuando no disciplinamos a un niño, éste se convertirá en un adulto que no respeta límites ni acata la autoridad, lo cual le trae problemas con la sociedad, en el trabajo y con él mismo.

Pero la palabra de Dios no dice que debamos dejar de corregir a nuestros hijos una vez son adultos. De hecho, Hebreos 12:6-7, nos habla de cómo Dios corrige a sus hijos en todo momento. Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo al que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel que el padre no disciplina?

Aquí la Biblia nos dice que Dios corrige no solo a los niños. Él corrige a sus hijos adultos, porque una vez hemos crecido, no dejamos de ser hijos de Dios.

Con Amor y Respeto

Una vez tu hijo es un adulto, háblale con amor y respeto sobre lo que ha hecho mal y explícale el por qué. Una conversación con palabras edificantes y redarguyentes hace más provecho que una con gritos y amenazas. Efesios 6:4-6 dice, Y ustedes, padres, no haga enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.

Hijos adultos

Recuerda Quién es la Autoridad

Aun cuando tu hijo sea más alto que tú, gane más dinero que tú, o tenga mayor nivel de educación que tú, tú sigues siendo su madre. Toma con firmeza tu papel de mamá porque ese rol no se acaba una vez ellos cumplen los 18 años.

Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. – Exodo 20:12. Éste es el primer mandamiento con promesa, y por ello, tus hijos te deben obediencia y respeto.

Apóyate en la Palabra de Dios

Proverbios 22:15 dice: La necedad está ligada al corazón del muchacho; mas la vara de corrección la alejara de él. Recuérdale el temor de Dios y los mandamientos de Dios. Si se aleja de los caminos del Señor, exhórtale con amor para que se dé cuenta de las consecuencias de sus actos. Consulta tu Biblia y léele aquellos versículos que hablan sobre las acciones que está tomando.

Hijos adultos

Escúchalo y Trata de Entenderlo

Un buen diálogo comienza sabiendo escuchar. Permite que tu hijo te explique el por qué hizo aquello que no estuvo bien y trata de entenderlo. Una vez él se sienta escuchado, muy posiblemente te escuchará a ti mejor. Comparte tus propias experiencias y cómo saliste de ellas. Así él se sentirá que lo entiendes y que tu deseo es de ayudarlo a corregir su camino, no de acusarlo.

Sé Positiva y Edificante

Utiliza palabras positivas para corregirle de manera que él sepa que tus intenciones no son de hacerlo sentir avergonzado o un mal hijo. Recuérdale que él es una bendición de Dios, y que lo corriges porque lo amas y deseas lo mejor para él.

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano de valiente., así son los hijos habidos en la juventud. 

– Salmo 127:3-4

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