¿Cómo Recupero a mi Hijo?

Por Alexandra Rossi

Hijo rebelde

No hay dolor más grande para una madre o un padre que saber que su hijo o hija ha tomado el camino equivocado. Quisiéramos estar en su cabeza y en su corazón para convencerlos de las repercusiones de sus actos y de sus malas decisiones. Lamentablemente los hijos no piensan igual que los padres y en muchas ocasiones no siguen las enseñanzas que recibieron en su hogar.

Algunos de los motivos pueden ser las malas compañías, el ambiente o las enseñanzas del colegio, los medios sociales, los influencers y, tristemente, los traumas de la niñez.

Muchos jóvenes que han tenido un hogar disfuncional, padres divorciados, y/o abuso por uno de los padres u otro familiar, encuentran apoyo emocional en malas amistades que lamentablemente los llevan a tomar caminos errados.

Cuando un hijo se ha perdido en el mundo, ya sea por el uso de sustancias ilícitas, desorden sexual, crimen, o incluso tan simple como la desobediencia y la ingratitud a los padres, el camino para recuperarlos es doloroso y difícil. Sin embargo, aunque te sientas impotente, hay esperanza en las promesas de Dios. ¿Qué puedes hacer?

1. Pon a tu Hijo en las Manos de Dios

Dios conoce a tu hijo mejor que tú. Él lo formó en tus entrañas. “Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía.” (Jeremías 1:5) Recuerda que Dios no es solo tu padre sino también el padre de tu hijo. Si tú, siendo un ser humano, lo amas tan profundamente, imagínate cuanto más lo amará nuestro Padre Celestial. A Él le importa tu hijo más que a ti misma.

Oracion

2. Busca Apoyo de Oración

Jesús dijo: “Pedid y se os dará” (Mateo 7:7) No desistas de la oración aun cuando tus ojos no vean el cambio. En el mismo momento en que tu oras, Dios se pone a trabajar, a mover situaciones, pero muchas veces la respuesta no viene inmediatamente. Busca a otras personas para que oren contigo. Ponlo en grupos de oración. Si puedes, también ayuna. Recuerda que, aunque para ti sea imposible, para Dios no lo es. “Porque para Dios no hay nada imposible” (Lucas 1:37)

3. Bríndale Amor Incondicional

Brindarle amor no significa estar de acuerdo con lo que hace. Establece tu posición de que no aceptas su forma de actuar o de pensar, pero que tu amor nunca cambiará no importa lo que pase. Amarlo no significa apoyar sus malas decisiones, sino aceptarlo a él como persona. Amar significa hacerle saber sus errores con amor y con razones valederas. Recuerda que a pesar de tus errores tu Padre Celestial te ama incondicionalmente. Así debemos amar a nuestros hijos.

4. Busca Ayuda Profesional

Cualquiera que sea el motivo por el cual tu hijo está perdido, busca un profesional que lo ayude. Bien sea un consejero, un sicólogo o un grupo de apoyo. Pero asegúrate que este profesional o grupo sea cristiano. Una persona que está en Cristo no solamente ayudará a tu hijo como profesional, sino que tendrá en consideración los principios de Dios, los cuales le pueden ayudar aún más a enderezar su camino.

Apoyo

5. Déjale la Puerta Abierta

Asegúrate que tu hijo entienda que por mucho que se aleje, siempre tendrá un hogar a donde llegar y que siempre tú lo recibirás con amor. Recuerda la parábola del hijo pródigo que cuenta que cuando el hijo se fue y malgastó la fortuna de su padre, al volver a casa su padre no lo regañó ni lo despreció. Al contrario, lo recibió con sus brazos abiertos. (Lucas 15:11-32)

6. Ten Fe y Paciencia

La fe mueve montañas, así que mantente firme en la certeza de que Dios está obrando a favor de tu hijo. Ármate de paciencia y recuerda que para todo hay un tiempo. El padre del hijo pródigo no salió detrás de él. Tuvo que haber un proceso hasta que el hijo se dio cuenta de su error y volvió. Sigue orando con fe para que Dios lo transforme, y verás que tu hijo volverá completamente renovado, para la gloria de Dios.

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