¿Amar a mis enemigos???

Por Alexandra Rossi

Ama a tu enemigo

Cómo se siente de bien conversar con esa amiga del alma, reírte con ella y abrazarla. Ver a tus hijos, darles un beso y acariciarles la cara con ese amor tierno de madre. Sentir ese fuego del amor conyugal y expresarlo con abrazos, besos, mimos y románticos momentos.

El amor es lo más hermoso que existe cuando es recíproco, ¿cierto?

Corrección: El amor es hermoso, aun cuando no es recíproco, aun cuando no nos aman, y aun cuando nos odian. ¿Quieres un ejemplo? Jesús.

Jesús, aún colgado del madero, le pidió al Padre Celestial que perdonara a quienes lo estaban crucificando. Eso es el amor. Dios todopoderoso envió a su único hijo a morir por ti y por mí, para que no fuéramos condenadas por nuestros pecados.

¿Por qué lo hizo? Por amor.

Aun cuando la humanidad le falló. Aun cuando en el mundo nos odiamos, nos matamos, nos mentimos, nos olvidamos que tenemos un Padre Celestial, Dios en su amor incondicional nos ama.

Ama a tus enemigos

Ahora, tu dirás, “pero yo no soy Dios. Yo no puedo amar a mis enemigos”. Pero yo te digo una cosa: ¿Cómo vas a hacer un cambio en el mundo, en tu comunidad, en tu hogar, si solo devuelves odio por odio?

El cambio que tú quieres ver en el mundo comienza desde tu corazón.

Y si amas solo a quienes te aman… ¿no hace lo mismo esa persona que tu tanto detestas? ¿No hacen los mismo el que roba y el que engaña? ¿Cómo vas a ser tu luz en el mundo si no eres diferente a todo el resto de la humanidad?

Jesús lo dijo con mejores palabras en Mateo 5:46-48:

“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.”

Jesús te dice que seas perfecta. ¿Te hirieron? Perdona y ora por esa persona.  ¿No soportas a la vecina que riega chismes o que deja que su perro use tu patio como su baño? Sonríele, salúdala, dile de buenas maneras, y ¿por qué no? llévale un pedazo de tu pastel y comparte con ella. Te aseguro que harás más diferencia así que peleándote con ella.

¿Odias a tu jefe arrogante y de malas maneras? Haz tu trabajo con amor para Dios. Llega puntual, sé eficiente, trabaja con una sonrisa en tu rostro. Verás que le bajarás las defensas a tu jefe y tu amor comenzará a hacer un cambio en él.

El amor todo lo conquista. Conquista el odio con ese amor que Dios te ha dado en tu corazón. Verás como el mundo a tu alrededor comienza a cambiar, serás luz para otras personas que están en la oscuridad, y te diferenciarás como toda una hija del Altísimo.

Ama a tus enemigos

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